viernes, 29 de junio de 2012

Capítulo 9. Rompecorazones.

 

"Esta es mi venganza. Y no hay mejor venganza que una vida bien vivida. Lo que hay acá adentro es para todos. No importa de dónde sos, cuántos años tenés o cuál es tu sabor de helado favorito. Estoy seguro de que sabés cómo se siente cuando te rompen el corazón".



Este libro lo trabajamos este año en Idioma Español y quise compartirlo.
Historia real, en la que la chica que  Mauricio (personaje principal y escritor de la novela) amaba, le rompe el corazón. Pero luego de terminar con ella conoce a otras personas que le van dando enseñanzas amorosas.

Todavía no lo leí entero ya que no lo tengo pero creo que más de uno puede llegar a sentirse identificado.

Aquí les dejo un blog que solía ser del escritor, Mauricio Milano, para que lo vean.



Mauricio Milano en BDU




Lu♥

jueves, 14 de junio de 2012

Libros...

¡Buen día, terrícolas!

Me puse a pensar y me doy cuenta de que cada vez son menos las personas que leen.
¿Cómo alguien puede preferir gastar su plata en un celular nuevo en vez de en un libro?
Los libros te abren puertas, te hacen imaginar, comprender, son el mejor compañero en horas de soledad. Es mucho más divertido e interesante leer un libro que ver su película, la cual no te deja imaginar, pensar, ni nada por el estilo. Leer un libro es una de las cosas más maravillosas que hay... o al menos esa es mi opinión. Me gusta que exista un concurso el cual consista en libros y que muchas personas se anoten a él, eso quiere decir que dentro de todo... aún hay de los que aman leer.
Odio los comentarios que se hacen a veces como "¿Para qué leerlo si ya salió la película?", "Sale muy caro" (y luego se compran un celular de esos que hasta te bañan), o "¡¿469 páginas?! Me da flojera, ni ahí lo leo". Un libro no se debe juzgar ni por su portada, ni por la cantidad de páginas que tiene, un libro se juzga a través de los ojos que si quieren leer.



Simplemente eso.
"Mi libro es el mejor secuáz de mis aventuras."
O tal véz...
"Yo soy secuáz en las aventuras de mi propio libro."
Si, creo que esta está un poco mejor.

Lu♥
"Para viajar lejos, no hay mejor nave que un libro."

Emily Dickinson(1830-1886)

Capítulo 8. La saga Crepúsculo.

¡Hola gente bonita y gente no tan bonita!
Crepúsculo, Luna Nueva, Eclipse y Amanecer son los 4 libros que forman mi saga favorita.
Creo que la mayoría ya conoce la historia, un vampiro que se enamora de una adolescente mortal y a partir de eso suceden diferentes cosas, aparecen más vampiros, hombres lobo...
En fin, a mi, particularmente me gusta mucho. Todas las noches antes de ir a dormir leía un capítulo (o más) y así fue como los leí todos.
Si te gustan las historias de vampiros y las historias de amor, esta saga es perfecta para ti.





 Pd_ En mi opinión, los libros son MUCHO mejores que las películas que salieron basadas en ellos.

Lu♥

miércoles, 13 de junio de 2012

Capítulo 7. Casa tomada.

¡Hola!
Les dejo un cuento de Julio Cortázar para que lo lean y me digan qué les parece. :)

Casa tomada 

Julio Cortázar

Nos gustaba la casa porque aparte de espaciosa y antigua (hoy que las casas antiguas sucumben a la más ventajosa liquidación de sus materiales) guardaba los recuerdos de nuestros bisabuelos, el abuelo paterno, nuestros padres y toda la infancia.

Nos habituamos Irene y yo a persistir solos en ella, lo que era una locura pues en esa casa podían vivir ocho personas sin estorbarse. Hacíamos la limpieza por la mañana, levantándonos a las siete, y a eso de las once yo le dejaba a Irene las ultimas habitaciones por repasar y me iba a la cocina. Almorzábamos al mediodía, siempre puntuales; ya no quedaba nada por hacer fuera de unos platos sucios. Nos resultaba grato almorzar pensando en la casa profunda y silenciosa y cómo nos bastábamos para mantenerla limpia. A veces llegábamos a creer que era ella la que no nos dejó casarnos. Irene rechazó dos pretendientes sin mayor motivo, a mí se me murió María Esther antes que llegáramos a comprometernos. Entramos en los cuarenta años con la inexpresada idea de que el nuestro, simple y silencioso matrimonio de hermanos, era necesaria clausura de la genealogía asentada por nuestros bisabuelos en nuestra casa. Nos moriríamos allí algún día, vagos y esquivos primos se quedarían con la casa y la echarían al suelo para enriquecerse con el terreno y los ladrillos; o mejor, nosotros mismos la voltearíamos justicieramente antes de que fuese demasiado tarde.
Irene era una chica nacida para no molestar a nadie. Aparte de su actividad matinal se pasaba el resto del día tejiendo en el sofá de su dormitorio. No sé por qué tejía tanto, yo creo que las mujeres tejen cuando han encontrado en esa labor el gran pretexto para no hacer nada. Irene no era así, tejía cosas siempre necesarias, tricotas para el invierno, medias para mí, mañanitas y chalecos para ella. A veces tejía un chaleco y después lo destejía en un momento porque algo no le agradaba; era gracioso ver en la canastilla el montón de lana encrespada resistiéndose a perder su forma de algunas horas. Los sábados iba yo al centro a comprarle lana; Irene tenía fe en mi gusto, se complacía con los colores y nunca tuve que devolver madejas. Yo aprovechaba esas salidas para dar una vuelta por las librerías y preguntar vanamente si había novedades en literatura francesa. Desde 1939 no llegaba nada valioso a la Argentina.
Pero es de la casa que me interesa hablar, de la casa y de Irene, porque yo no tengo importancia. Me pregunto qué hubiera hecho Irene sin el tejido. Uno puede releer un libro, pero cuando un pullover está terminado no se puede repetirlo sin escándalo. Un día encontré el cajón de abajo de la cómoda de alcanfor lleno de pañoletas blancas, verdes, lila. Estaban con naftalina, apiladas como en una mercería; no tuve valor para preguntarle a Irene qué pensaba hacer con ellas. No necesitábamos ganarnos la vida, todos los meses llegaba plata de los campos y el dinero aumentaba. Pero a Irene solamente la entretenía el tejido, mostraba una destreza maravillosa y a mí se me iban las horas viéndole las manos como erizos plateados, agujas yendo y viniendo y una o dos canastillas en el suelo donde se agitaban constantemente los ovillos. Era hermoso.
Cómo no acordarme de la distribución de la casa. El comedor, una sala con gobelinos, la biblioteca y tres dormitorios grandes quedaban en la parte más retirada, la que mira hacia Rodríguez Peña. Solamente un pasillo con su maciza puerta de roble aislaba esa parte del ala delantera donde había un baño, la cocina, nuestros dormitorios y el living central, al cual comunicaban los dormitorios y el pasillo. Se entraba a la casa por un zaguán con mayólica, y la puerta cancel daba al living. De manera que uno entraba por el zaguán, abría la cancel y pasaba al living; tenía a los lados las puertas de nuestros dormitorios, y al frente el pasillo que conducía a la parte más retirada; avanzando por el pasillo se franqueaba la puerta de roble y mas allá empezaba el otro lado de la casa, o bien se podía girar a la izquierda justamente antes de la puerta y seguir por un pasillo más estrecho que llevaba a la cocina y el baño. Cuando la puerta estaba abierta advertía uno que la casa era muy grande; si no, daba la impresión de un departamento de los que se edifican ahora, apenas para moverse; Irene y yo vivíamos siempre en esta parte de la casa, casi nunca íbamos más allá de la puerta de roble, salvo para hacer la limpieza, pues es increíble cómo se junta tierra en los muebles. Buenos Aires será una ciudad limpia, pero eso lo debe a sus habitantes y no a otra cosa. Hay demasiada tierra en el aire, apenas sopla una ráfaga se palpa el polvo en los mármoles de las consolas y entre los rombos de las carpetas de macramé; da trabajo sacarlo bien con plumero, vuela y se suspende en el aire, un momento después se deposita de nuevo en los muebles y los pianos.
Lo recordaré siempre con claridad porque fue simple y sin circunstancias inútiles. Irene estaba tejiendo en su dormitorio, eran las ocho de la noche y de repente se me ocurrió poner al fuego la pavita del mate. Fui por el pasillo hasta enfrentar la entornada puerta de roble, y daba la vuelta al codo que llevaba a la cocina cuando escuché algo en el comedor o en la biblioteca. El sonido venía impreciso y sordo, como un volcarse de silla sobre la alfombra o un ahogado susurro de conversación. También lo oí, al mismo tiempo o un segundo después, en el fondo del pasillo que traía desde aquellas piezas hasta la puerta. Me tiré contra la pared antes de que fuera demasiado tarde, la cerré de golpe apoyando el cuerpo; felizmente la llave estaba puesta de nuestro lado y además corrí el gran cerrojo para más seguridad.
Fui a la cocina, calenté la pavita, y cuando estuve de vuelta con la bandeja del mate le dije a Irene:
-Tuve que cerrar la puerta del pasillo. Han tomado parte del fondo.
Dejó caer el tejido y me miró con sus graves ojos cansados.
-¿Estás seguro?
Asentí.
-Entonces -dijo recogiendo las agujas- tendremos que vivir en este lado.
Yo cebaba el mate con mucho cuidado, pero ella tardó un rato en reanudar su labor. Me acuerdo que me tejía un chaleco gris; a mí me gustaba ese chaleco.
Los primeros días nos pareció penoso porque ambos habíamos dejado en la parte tomada muchas cosas que queríamos. Mis libros de literatura francesa, por ejemplo, estaban todos en la biblioteca. Irene pensó en una botella de Hesperidina de muchos años. Con frecuencia (pero esto solamente sucedió los primeros días) cerrábamos algún cajón de las cómodas y nos mirábamos con tristeza.
-No está aquí.
Y era una cosa más de todo lo que habíamos perdido al otro lado de la casa.
Pero también tuvimos ventajas. La limpieza se simplificó tanto que aun levantándose tardísimo, a las nueve y media por ejemplo, no daban las once y ya estábamos de brazos cruzados. Irene se acostumbró a ir conmigo a la cocina y ayudarme a preparar el almuerzo. Lo pensamos bien, y se decidió esto: mientras yo preparaba el almuerzo, Irene cocinaría platos para comer fríos de noche. Nos alegramos porque siempre resultaba molesto tener que abandonar los dormitorios al atardecer y ponerse a cocinar. Ahora nos bastaba con la mesa en el dormitorio de Irene y las fuentes de comida fiambre.
Irene estaba contenta porque le quedaba más tiempo para tejer. Yo andaba un poco perdido a causa de los libros, pero por no afligir a mi hermana me puse a revisar la colección de estampillas de papá, y eso me sirvió para matar el tiempo. Nos divertíamos mucho, cada uno en sus cosas, casi siempre reunidos en el dormitorio de Irene que era más cómodo. A veces Irene decía:
-Fijate este punto que se me ha ocurrido. ¿No da un dibujo de trébol?
Un rato después era yo el que le ponía ante los ojos un cuadradito de papel para que viese el mérito de algún sello de Eupen y Malmédy. Estábamos bien, y poco a poco empezábamos a no pensar. Se puede vivir sin pensar.
(Cuando Irene soñaba en alta voz yo me desvelaba en seguida. Nunca pude habituarme a esa voz de estatua o papagayo, voz que viene de los sueños y no de la garganta. Irene decía que mis sueños consistían en grandes sacudones que a veces hacían caer el cobertor. Nuestros dormitorios tenían el living de por medio, pero de noche se escuchaba cualquier cosa en la casa. Nos oíamos respirar, toser, presentíamos el ademán que conduce a la llave del velador, los mutuos y frecuentes insomnios.
Aparte de eso todo estaba callado en la casa. De día eran los rumores domésticos, el roce metálico de las agujas de tejer, un crujido al pasar las hojas del álbum filatélico. La puerta de roble, creo haberlo dicho, era maciza. En la cocina y el baño, que quedaban tocando la parte tomada, nos poníamos a hablar en voz más alta o Irene cantaba canciones de cuna. En una cocina hay demasiados ruidos de loza y vidrios para que otros sonidos irrumpan en ella. Muy pocas veces permitíamos allí el silencio, pero cuando tornábamos a los dormitorios y al living, entonces la casa se ponía callada y a media luz, hasta pisábamos despacio para no molestarnos. Yo creo que era por eso que de noche, cuando Irene empezaba a soñar en alta voz, me desvelaba en seguida.)
Es casi repetir lo mismo salvo las consecuencias. De noche siento sed, y antes de acostarnos le dije a Irene que iba hasta la cocina a servirme un vaso de agua. Desde la puerta del dormitorio (ella tejía) oí ruido en la cocina; tal vez en la cocina o tal vez en el baño porque el codo del pasillo apagaba el sonido. A Irene le llamó la atención mi brusca manera de detenerme, y vino a mi lado sin decir palabra. Nos quedamos escuchando los ruidos, notando claramente que eran de este lado de la puerta de roble, en la cocina y el baño, o en el pasillo mismo donde empezaba el codo casi al lado nuestro.
No nos miramos siquiera. Apreté el brazo de Irene y la hice correr conmigo hasta la puerta cancel, sin volvernos hacia atrás. Los ruidos se oían más fuerte pero siempre sordos, a espaldas nuestras. Cerré de un golpe la cancel y nos quedamos en el zaguán. Ahora no se oía nada.
-Han tomado esta parte -dijo Irene. El tejido le colgaba de las manos y las hebras iban hasta la cancel y se perdían debajo. Cuando vio que los ovillos habían quedado del otro lado, soltó el tejido sin mirarlo.
-¿Tuviste tiempo de traer alguna cosa? -le pregunté inútilmente.
-No, nada.
Estábamos con lo puesto. Me acordé de los quince mil pesos en el armario de mi dormitorio. Ya era tarde ahora.
Como me quedaba el reloj pulsera, vi que eran las once de la noche. Rodeé con mi brazo la cintura de Irene (yo creo que ella estaba llorando) y salimos así a la calle. Antes de alejarnos tuve lástima, cerré bien la puerta de entrada y tiré la llave a la alcantarilla. No fuese que a algún pobre diablo se le ocurriera robar y se metiera en la casa, a esa hora y con la casa tomada.

FIN


 
Cortometraje basado en "Casa Tomada" realizado por unos de mis amigos como trabajo para el liceo.






Lu♥
"La lectura de un buen libro es un diálogo incesante en que el libro habla y el alma contesta."
André Maurois(1885-1967)
"Un libro abierto es un cerebro que habla; cerrado un amigo que espera; olvidado, un alma que perdona; destruido, un corazón que llora."
Proverbio Hindú

Capítulo 6. Favila

¡¡Hola a todos!!
Hoy voy a empezar a leer un libro que ya lleva algunos años en mi biblioteca, era de mi hermana mayor...

Favila

"Un antiguo sortilegio amenaza al país de Ruino, región de estremecedora fantasía y misterio. Secos los campos y los ríos se han desencadenado terribles guerras, hambres y plagas. El joven rey Evan y una muchacha maga, Favila, romperán el sortilegio y salvarán a Ruino, después de vivir las más increíbles aventuras en el bosque que cambia de lugar. 
En esta novela de suspenso, hechizos, dragones y traiciones humanas, la magia, sombría o luminosa, es tan real como los personajes y los países imaginarios que atraviesan. Una fábula sobre el bien y el mal, inspirada en las leyendas celtas, que acerca de nuevo al lector al mundo fascinante de Doneval."


Si puedo, cuando termine de leerlo les digo que tal me pareció.
¡¡Si alguien lo leyó cuentenme qué opinan!!


Lu♥

Capítulo 5. Memorias de Lucía

Diario íntimo de una adolescente

Memorias de Lucía

"Lucía escribe de todo. En el Diario Íntimo ella revela su relación con sus hermanos, sus padres, sus abuelos, sus mejores amigos como Verónica y Nicolás, y los no tanto. También nos habla del liceo, los estudios, los profesores, el amor y los bailes. Pero no se queda allí. También nos cuenta su visión de la violencia, de las drogas y otras calamidades sociales, del futuro de los jóvenes, la emigración y la guerra en el mundo, entre otros tantos temas. Y como si esto fuera poco, Lucía también se abre a confesarnos sus intimidades, su primera vez, la lealtad entre amigas, la maternidad y su percepción sobre la vida y su vida, que está aprendiendo a andar por un camino que la lleva a ser mujer, en el sentido más cabal, más completo y más bello de una persona. 
El suspenso, el humor y la poesía no están ausentes de este libro escrito en lenguaje de muchacha quinceañera, a modo de Diario, pero con la rigurosidad del creador que cuida los valores de la comunicación literaria, en el medio de novedosos hallazgos expresivos que la convierten en una historia atrapante que el lector no podrá dejar ni por un instante. 
Día a día accederemos a las memorias de Lucía que bien podrían ser hoy las memorias de cualquier adolescente del país."


Historia muy atrapante, realizada por otro escritor uruguayo, Ignacio Martínez.
Este libro lo leí hace un tiempo y de verdad sentí que estaba espiando el diario íntimo de una amiga o una hermana de mi misma edad. Además me sentí muy identificada con un monton de cosas, con varias de sus reflecciones y situaciones. Esta novela muestra el mundo real de una típica adolescente.
Si tienen la oportunidad de leerlo, no lo duden, léanlo. A mi me RE gustó.

Pd: Yo empecé a leerlo porque la protagonista se llama igual que yo... Sé que no les interesa saber eso pero quise compartirlo.

Lu♥

viernes, 8 de junio de 2012

Capítulo 4. Imaginarius.

Este libro de Marcos Vázquez lo trabajamos el año pasado en Idioma Español. Se trata sobre un videojuego, al cual Maxi y Lara son transportados.  ¡Léanlo! Es muy divertido... Aquí les dejo la página de IMAGINARIUS, donde hay más información sobre el libro y también un juego!! =D


¿Qué sucedería si tu videojuego favorito te transportara a un increíble mundo, donde deberás enfrentar a uno de los villanos más malvados de la historia?
¿Serías capáz de vencer a insectos gigantes, resolver acertijos y superar difíciles pruebas para volver sano y a salvo a tu hogar?
Maxi y Lara están a punto de descubrir que Imaginarius es mucho más que un videojuego. En sus manos estará la llave para liberar a personas, tan reales como ellos, de la opresión de Maléficus.
Ingeniosa, llena de acción y de suspenso, la novela tiene el ritmo de los videojuegos pero agrega algo más que estos no pueden ofrecer: la existencia de personajes con emociones, afectos y rechazos, en situaciones donde existe la solidaridad pero también la traición.

¡Cuidado! Cuando leas este texto, no l o hagas solo. Es posible que cuando levantes la vista del libro ya no te encuentres en tu hogar.



Léanlo y cuentenme qué les pareció :)

Lu♥

Capítulo 3. Juanita Julepe y la máquina de olvidar.

Capáz que este libro es más para niños de entre diez y doce años, yo lo leí a los diez, pero es muy entretenido así que pensé en publicarlo.

Juanita es una niña inteligente y generosa pero tiene dos problemas: es muy desobediente y no puede soportar que sus padres le digan no. Cuando esto sucede grita tan fuerte, que ellos son capaces de hacer lo que pida para que se calme. Un día, sin que nadie lo sepa, es llevada a un centro de reeducación para niños rebeldes. Allí conoce nuevos amigos con los que intenta fugarse del lugar. Sus padres la buscan incansablemente y, mientras investigan dónde se encuentra, descubren un macabro plan. Todos juntos vivirán una increíble aventura y se enfrentarán a la poderosa máquina de olvidar...

Otra novela de Roy Berocay... a mi me atrapó desde el principio hasta el fín, de verdad... es muy recomendable. 
¡Si alguien lo leyó puede dejar su comentario sobre el libro!

 Lu♥


miércoles, 6 de junio de 2012

Capítulo 2. Soy leyenda...

"La novela de vampiros más ingeniosa y fascinante desde Drácula" 
Dean Koontz

Soy leyenda (I am legend, en inglés) es una novela de ciencia ficción, escrita por Richard Matheson en 1954.
Robert Neville (protagonista de esta historia) es el último hombre sobre la Tierra... pero no está solo. Él es el único que sobrevivió a una guerra bacteriológica que convirtió a cada hombre, mujer y niño en vampiros. Robert tiene que pasar su vida, sobreviviendo por las noches y matando en el día, aunque para los vampiros, el "monstruo" es ese hombre que lucha por subsistir en un nuevo orden establecido.

Buscando la imagen en Internet, descubrí que además salió una película basada en la novela, en la que el actor principal es Will Smith. La verdad que no tenía ni idea de eso, pronto iré a alquilarla a algun lado para verla.

Es una novela muy entretenida... MUY diferente a los libros anteriores que les sugerí y tal vez la lectura en este libro no es tan sencilla. Si les gustan las historias de vampiros, se los recomiendo, es muy entretenido.

Quien ya lo haya leído, puede dejar sus opiniones acerca de él en los comentarios =)

Lu.